Unos de los personajes más significativos del Día de Muertos es la calavera denominada Catrina. Puede ser personificada de muchas maneras, incluso haciendo alegoría a personajes significativos de la vida mexicana.
La Catrina es un esqueleto que se conoce desde sus orígenes como «Calavera Garbanzera». Este nombre era atribuido a aquellos indígenas que vendían garbanzo y se hacían pasar por europeos, renegando así de su propia raza, cultura y creencias. La calavera al estar desnuda, representa a la persona pobre que niega su origen y hace creer que tiene un estilo de vida que no le corresponde.
De esta manera, los grabados y dibujos de la calavera son utilizados en los gobiernos de Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz como caricaturas de personajes acompañados de textos que criticaban la situación política o a las clases privilegiadas. En los períodicos de la época se reseñaban textos burlones acompañados de calaveras vestidas para retratar la miseria, los errores políticos, la hipocresía de una sociedad.
La «Calavera Garbancera» fue popularizada por el ilustrador y caricaturista Guadalupe Posada, quien colaboraba para los medios como El Padre Cobos, El Ahuizote y La Patria Ilustrada. 
«catrín» era el nombre otorgado a un hombre elegante y bien vestido. El mismo, siempre iba acompañado de una dama con las mismas características. Por este motivo, el muralista mexicano Diego Rivera denominó a la “La Calavera Garbancera” en “La Catrina”. Uno de los murales más famosos de Rivera representaban a la Catrina, junto a Frida Kalho, Guadalupe Posasa y un autoretrado de Rivera en versión infantil.
Desde entonces la calavera es mucho más que la representación literal de la muerte. Es una representación de burla, realismo, verdad, elegancia y crítica. Los mexicanos la represetan de muchas maneras, colores y formas; convirtiéndola en una expresión de lo que detestamos y en lo que no queremos convertirnos como sociedad.
Fuente:
Experiencias Mirsanas 